domingo, 8 de noviembre de 2009

Me tire de la cima de la montaña de mis preocupaciones... y VOLE!!

Esto es un extracto del libro Mercadotecnia Espiritual de Joe Vitale:

"Necesitaba un auto desesperadamente. El que estaba conduciendo era una carcacha vieja que sólo se movía a empujones. Bueno, no era para tanto. Pero siempre que el auto se averiaba, yo me averiaba. Pagar las cuentas de reparación me estaba matando. Y el no saber si el auto mellevaría hasta donde quería ir me estaba causando estrés.
Necesitaba ayuda. Llamé a Douglas debido a mi temor de vendedores de autos (yo había sido uno y conocía sus tácticas). Le dije a Douglas lo que quería.
Él dijo, “A menudo lo que de verdad quieres está debajo de lo que dices que quieres....¿Qué significaría para ti tener este auto nuevo?”
¿Eh?
Douglas prosiguió a explicar que lo que queremos puede más bien ser un sentimiento, no un producto.
Enfócate en el sentimiento y te ayudará a obtener lo que realmente quieres. ¿Cómo me sentiría si tuviera un auto nuevo?
¡Qué cubo de agua helada para la mente! Se me produjo un dolor de cabeza tremendo nomás de pensarlo. Colgué el teléfono y mi cabeza comenzó a punzar como si me hubieran dado con un mazo. Aunque casi nunca tomo medicamentos, me tomé un montón de aspirinas como si fueran palomitas de maíz. No surtieron efecto.
Fui a ver a Douglas en persona. Al estar sentado en la presencia de su aceptante energía, y dejar que mi dolor “me hablara”, de repente vi el dolor entre mis ojos como una gigante bola negra de hilo enrollado tensamente. Aflojaba mentalmente un hilo y escuchaba una creencia:
“Tú no puedes comprar un auto nuevo.”
Dejaba esa, y salía otra creencia a la superficie:
“¿Qué diría tu papá acerca de este carro?”
Luego se escapaba otra creencia:
“¿Cómo lo vas a pagar?”
Y otra....y otra....y otra....
A medida que estas creencias surgían lentamente y se iban, la bola negra de dolor iba disminuyendo de tamaño. Se hacía pequeña. Y pequeña. ¡En menos de veinte minutos, el dolor de cabeza había desaparecido completamente! Yo fui sanado. Tenía claridad. Estaba feliz.
Ahora, escuche lo que pasó después:
Aunque yo no creía que fuese posible realmente, seguí mi intuición y de inmediato fui al concesionario de autos que me sentí guiado a visitar. Conscientemente, yo “sabía” que no habría manera de que pudiera conseguir un auto nuevo. (Nunca en mi vida había tenido un auto NUEVO, y mi crédito andaba por los suelos). Pero me deje llevar.
Confié.
Fui al concesionario y el caballero que estaba allí me dejo mirar un poco. Le dije lo que quería y me dijo que tenía un carro que concordaba con lo que le dije. Fuimos a la parte trasera y él estaba en lo cierto. Era perfecto. Era dorado y hermoso y nuevo. Yo dije, “¿Tiene toca cintas?” Él miró y asintió. “Bien,” dije, “ahora viene lo difícil. Vamos a ver si lo puedo comprar.”
Llenamos documentos y me pidió que dejara un depósito. No lo hice. No tenía la confianza suficiente para pensar que iba a conseguir el auto, así que no dejé nada de enganche. Luego me fui. Conduje a las afueras de la ciudad a la casa de un amigo y tocamos música todo el día, élrascando su guitarra y yo dándole a la armónica. Ya entrada la tarde decidí llamar al concesionario.
“Usted está aprobado,” dijo el vendedor. Yo estaba atónito.
“¿De verdad? ¿Está usted seguro que tiene los documentos correctos?” pregunté. “Soy Joe Vitale.” Él se rió y me aseguró que así era. Luego me preguntó cuándo quería recoger el auto. Fui y recogí el auto, con un dulce desconcierto de que era mío. Aunque no tenía la más mínima idea de cómo iba a realizar los pagos, lo hice. Ya han pasado cuatro años y estoy en mi cuarto auto nuevo.
Nunca me he atrasado en un solo pago. De hecho, envío mi cheque con anticipación.
Y eso no es todo.
Tan pronto como decidí comprar un auto nuevo, mi vida subió en un torbellino de coincidencias mágicas.
De repente el dinero que necesitaba apareció. Los clientes comenzaron a llamar. Las clases se llenaban.
Grupos de personas de los que nunca había escuchado me invitaban a hablar. Y dos casas editoriales me dieron ofertas para libros el mismo día.
De alguna manera muy real, permitir al auto en mi vida envió un mensaje al universo que yo CONFIABA. En vez de preocuparme y preguntarme cómo iba a pagar las mensualidades,
me tiré de la cima de la montaña de mis preocupaciones y---o sorpresa---no me caí.
Volé."

Uno crea lo que cree...

Creer en Algo

NO CREO en conseguir a una persona que nos "llene la vida",
CREO en una vida llena para poder compartir la felicidad con otra persona.

NO CREO en que el amor lo genera alguien,
CREO en que el amor está en nosotros, si hemos llegado a crecer lo suficiente como para desarrollarlo y mantenerlo, y que de pronto se dispara por personas que comparten pensamientos y sentimientos.

NO CREO en la exclusividad de dar y estar,
CREO en una actitud frente a la vida integral, con diferentes
expresiones pero sin condiciones.

NO CREO en el "amor" a primera vista ni en "creer en alguien" en muy poco tiempo,
CREO en hablar el mismo idioma, en el "feeling", en la comodidad de estar cerca, en conexiones de energía, como los ríos que se unen en un mismo curso.

NO CREO en el amor de hoy prometido para toda la vida,
CREO en el respeto y en la sinceridad. En el amor maduro que nos deja espacio para crecer juntos...

CREO en el amor que dos deciden, en el amor que nos da la gana de compartirlo... sin presiones... sin exigencias.

NO CREO en esfuerzos "unilaterales" por llegar.
CREO en la naturaleza del fluir y coincidir. El estar centrados para escuchar hasta donde podemos llegar. Para equilibrar sin sufrir.

NO CREO en amar sufriendo,
CREO en amar con armonía. En que el amor es más y nunca menos.

En el "te quiero" sin porqué...

NO CREO en amores que coartan, en amores que frenan.
CREO en las relaciones que nos apoyan en los malos momentos, que leen la mirada... que sonríen con el alma... que están...!

NO CREO en callarse por no dañar...,
CREO en la comunicación como la mejor vía para construir, coincidir y decidir.

CREO en la absoluta sinceridad al decir "te amo" y también al decir
"me voy".

CREO en que la vida la construimos nosotros y CREO en la frase que dice..."La vida es 10% lo que nos sucede y 90% cómo reaccionamos a ello", y lo único que nos puede asegurar que así sea, es tener la valentía de enfrentarla sin miedos en el presente ya que el mañana podrían no estar...

CREO completa y ciegamente en el AMOR
Puro, integro, incondicional, cálido, ése que es tan profundo,
como sensación, como belleza, como entrega, que en esencia no se
diferencia del maternal, del fraternal, de la amistad, del de pareja.

CREO que debemos asegurarnos cómo lo hacemos llegar, porque nos toca puntos distintos, pero al final es uno solo... el que está en nosotros como consecuencia de tener mente, emoción, sentimientos y corazón.